Son preparados de diferentes tipos (biológico, químico o celular) que se utilizan con el fin de poder mejorar la salud de los niños que tienen alguna enfermedad, de detenerla o prevenirla. Pero no solo sirven para aliviar los síntomas de una enfermedad, también sirven para ayudar a diagnosticar enfermedades. Por ejemplo, cuando nos tomamos un jarabe para que nos hagan una prueba médica que permita ver como circula dicho jarabe a través de nuestro estómago. En este caso, este medicamento ayuda a los médicos a conocer qué enfermedad afecta a este órgano.
Los medicamentos se pueden administrar de diferente forma: pastillas, cápsulas, jarabes, cremas, inyecciones...
Los dispositivos médicos son aparatos que sirven para diagnosticar o tratar una enfermedad:
- Permiten a los médicos recoger información. Por ejemplo un termómetro para medir la fiebre o un medidor de glucosa.
- Sirven para mejorar o tratar los efectos de la enfermedad. Por ejemplo, un inhalador para controlar un ataque de asma o una jeringa para inyectar insulina en niños diabéticos.